Un color, un sector, una linea; todo se remota a lo que nosotros poseemos en nuestras vidas. Todo comienza con una línea divisora y un color encuadrado que nosotros queremos apresiar. Todo comienza con la pregunta (Que tal vez solo poco se hacen, pero no vengo a entrar en ese tema) ¿Por qué el color es algo tan inusual- y por inusual quiero decir muy usual-y tan complejo como un cuadro de diferentes vistas? Dándonos diversas explicaciones, todas vagas y casi filosóficas (Por no decir una perdida de tiempo). Sin embargo lo peor no queda ahí, algunos, los más osados no se quedan conformes con esa pregunta y sus explicaciones (Según ellos y dentro de estos me quiero incluir) casi ilustres. No, señores ellos empiezan a dudar sobre el significado de la existencia y se atreven a gritar a los siete mares, su magnífica conjetura que ya cientos de personas se habían hecho en el mismo instante que los momentos se mezclaban.
¿Y si logro reunir al mundo en unos cuantos colores?
Pero muy pronto, al igual que yo, se decepcion al descubrir su teoría ya descubierta. Por eso con ustedes señoras y señores, un mundo reunído en una fórmula de unos cuántos colores, una fórmula tan compleja que tan solo las máquinas más complejas pueden verificar su demostración. Com ustedes la Teoría de los cuatros colores. Les recuerdo que eta teoría solo se aplica en figura de tres dimensiones y sirve para ver cuántos colores se necesitan para pintar una determinada qegión sin que se reproduscan los colores en las regiones adyacentes a esta. Y dice así:
Donde X vendría a ser la característica de Euler la cual dice:
χ = C - A + V
Donde C es el número de caras; A es el número de aristas; y Ve es el número de vértices.
Mi vida quedó como ahora destrazada ante un papel, al ver que simplente había descubiert lo evidente. Pero simplemente me queda aceptar lo imposible median una elegante reverencia. ¿O no?
"Vanitas Vanitatum Omnia Vanitas(Vanidad de vanidades, todo es vanidad)"
Juan David Valencia Castro